viernes, 31 de diciembre de 2010

La muerte de Morfeo


Morfeo acudió raudo al sonido del revoloteo crepuscular de las sábanas de los mortales, portando bajo su túnica de seda la amapola con la que les sumía en una placentera fase REM.
Sigiloso como la pantera, se acercó al lecho de aquel que le había inconscientemente convocado y, desconcertado porque la belleza que tenía ante sí no fuera la de un dios, observó la escultural figura hasta que sintió al deseo consumir sus retinas.
Planeó Morfeo aparecer en sus sueños el tiempo necesario para adiestrar su subconsciente y con varias caricias de pétalo en su frente,sumió al joven en un sueño comatoso.
La medida hexadecimal del tiempo perdió sentido para Morfeo. Sustituyó los días por cabellos blancos y los años por surcos en el rostro del amado.
Jamás osó besarle, se odiaría si por un instante de placer corrompíera su belleza; pero, cuando ya las canas pesaban y se acumulaban bajo su piel, se atrevió.
Notó el amante al inclinarse un horrísono olor que pronto identificó: era putrefacción. Los cuervos habían desgarrado el corazón del amado.
Se suicidó Morfeo parando su corazón con toques de amapola al darse cuenta de que el posesivo amante había tornado en paupérrimo necrofílico.


3 comentarios:

  1. Nice text in Gothic style; D
    Reminded me of the writer Alan Poe ^^
    bye bye ;*

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  2. Ya me gustaría llegar a escribir algún día como Poe!jajaja

    Muchas gracias por leerlo Lucía y me alegro de que te haya gustado! ^^

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