sábado, 12 de noviembre de 2011

Primer movimiento: LA NARCOSIS INVOLUNTARIA



Y fue esa noche en la que me quedé sentada en el suelo, cruzada de piernas contemplándole durante horas; ese momento en el que al levantarme noté que la sangre había decidido no alterar la narcosis de mi pie izquierdo, cuando supe que una parte de mí nunca le dejaría escapar, cuando supe que una parte de mí ya había pasado a pertenecerle de por vida.