viernes, 31 de diciembre de 2010

La muerte de Morfeo


Morfeo acudió raudo al sonido del revoloteo crepuscular de las sábanas de los mortales, portando bajo su túnica de seda la amapola con la que les sumía en una placentera fase REM.
Sigiloso como la pantera, se acercó al lecho de aquel que le había inconscientemente convocado y, desconcertado porque la belleza que tenía ante sí no fuera la de un dios, observó la escultural figura hasta que sintió al deseo consumir sus retinas.
Planeó Morfeo aparecer en sus sueños el tiempo necesario para adiestrar su subconsciente y con varias caricias de pétalo en su frente,sumió al joven en un sueño comatoso.
La medida hexadecimal del tiempo perdió sentido para Morfeo. Sustituyó los días por cabellos blancos y los años por surcos en el rostro del amado.
Jamás osó besarle, se odiaría si por un instante de placer corrompíera su belleza; pero, cuando ya las canas pesaban y se acumulaban bajo su piel, se atrevió.
Notó el amante al inclinarse un horrísono olor que pronto identificó: era putrefacción. Los cuervos habían desgarrado el corazón del amado.
Se suicidó Morfeo parando su corazón con toques de amapola al darse cuenta de que el posesivo amante había tornado en paupérrimo necrofílico.


martes, 21 de diciembre de 2010

ESTE Diciembre


Parece que este mes de Diciembre está cargado de fatalidad.
Siempre fui de esas pocas personas que disfrutó con el frío, la niebla y las tardes al calor de una fogata, hecha con los maderos de todo un año de ideas fosilizadas.
Me declaro amante de las narices rojas de gelidez y brillantes de escarcha matinal.
Quiero saber qué tiene este Diciembre de especial.
Tal vez, la neblina se ha cansado de vagabundear por las calles y ha decidido buscarse un techo. Parece que mis entrañas le han parecido lo más arreglado, se habrá hecho un hueco entre las gilipolleces que las ocupan. Igual hasta las usa de manta.
¡Joder! Parece que este mes de Diciembre lo ha pintado un artista romántico en plena crisis existencial.

O igual soy yo la que escupe colores macabros en un lienzo en blanco.

martes, 14 de diciembre de 2010

Sentire Aude!

Hueles a viento.
Estás tan vacío que tu aroma depende del CO2 del aire y del suspiro de los claveles de cualquier maceta de plástico.
Sabes lo que es un olor, pero nunca conociste el perfume de una bella muchacha, no puedes decirme a qué huele el amor.

Gustas como el agua.
Eres tan transparente y frágil que con el menor de los silencios te congelas, con la más mínima caricia te evaporas.
Sabes que todo en la vida fluye, pero nunca reconociste que cada instante es una gota acuosa única que jamás volverá a mojar tu rostro.

Tu tacto es como el fuego.
Tu piel se hidrata con las cenizas que el tiempo escupe sobre tus poros. Tu alma ya está negra. Y es que nunca te ocupaste de deshollinarla.
Sabes qué significa la palabra arder. Sin embargo ignoras que posees la capacidad de hacer que los demás ardan. Mientras, tú te autocombustionas en llamas de destino.

Suenas a niebla.
De esa que te penetra por la boca y se convierte en ninfa para bailar entre tus dientes. Un frescor que desearías que nunca desapareciera, pero que es tan volátil como un vulgar segundo.
Sabes definirme el concepto música, pero pegas un respingo cada vez que oyes los primeros acordes de Zarabanda, y descargas tu arsenal de lágrimas cuando suena el estruendoso compás final, como si del fin de tu propia vida se tratase.

Te ves como una persona más.
Tus globos oculares y su complejo de adivinación al menos así te lo muestran cuando se deleitan ante su reflejo en un espejo.
Sin embargo, la vista es el más torpe de los sentidos y sólo un aroma templado y bañado de ceniza que repose entre tus labios te hará por fin ver que los ojos se equivocan.

Al tiempo que te digo esto, mis cinco sentidos están estudiando medicina para intentar curar los tuyos.
Y ya de paso, hacerse un chequeo cada vez que se sientan extraños, cada vez que te sientan extraño.

"La gloria seduce la imaginación, mas no procura la menor voluptuosidad a los sentidos.". (Marqués de Sade).

jueves, 9 de diciembre de 2010

¿Por qué?


Porque ya no me molesto en escribir. Son las palabras las que se estampan contra el papel y forman frases desesperadas.

Porque ya no me molesto en andar. Son mis piernas las que me guían en un caos con aparente órden de semáforos, guardias y sentimientos encerrados y podridos en corazones que se han convertido en granadas de mano con una anilla titubeante.

Porque ya no me molesto en respirar. Mis pulmones se encargan por mí de ello y los suspiros desaparecieron hace tiempo, el mismo lapso temporal desde el que mi aliento se quedó atrapado en el cristal de un autobús que estaba tan vacío como mi mente.

Porque ya no me molesto en pensar. Son mis ideas una manufactura de un mecanismo rutinario, abatido por no poder encontrar su punto muerto, pero sin embargo en un constante punto absurdo.

Porque ya no me molesto en opinar. Son mis silencios la muestra de que hace tiempo que desistí de cambiar el rumbo de las situaciones, que aposté muy alto por que el mundo estaba condenado a tener carencias auditivas, a la perpetua decadencia... y en efecto acerté.

Porque ya no me molesto en sentir. Mi granada de mano hace tiempo que estalló provocando una sonora serenata de sonrisas bemoles y llantos sostenidos, de fusas de alegría y calderones de pena. La sostuve en alto durante un instante y sólo noté el calor de la sangre deslizándose sobre mi mano.

Porque ya no me molesto en molestar....

Porque ya no me molesto en hablar. Mis músculos tiran de mis huesos y provocan muecas. Quizás, en ocasiones risas ayudadas por los altavoces de mi pecho...e impulsos silábicos a los que ahora llaman palabras....

Porque ya no me molesto en defenderme. Me puse un chaleco de balas contra tus ideas metralladas, aunque supiste encontrar un punto flaco y con tu precisa bala inundaste mi cerebro de pólvora y veneno.

Porque ya no me molesto en vivir...

Porque ya sólo me molesto en esperar. Esperar que algo me sorprenda, esperar y dormir sobre la manecilla del segundero del reloj de algún titiritero.

martes, 7 de diciembre de 2010

I was/I am/I will

Yo era/ I was...
Una persona primitiva y asocial hasta que comencé a razonar y torné negra mi materia gris.

Yo soy/ I am
Un ente pensante y sintiente que no sabe exactamente cuál es su función.

Yo seré/I will
Un cuerpo de músculos con cáncer de sentimientos enterrado bajo tierra santa y con flores de plástico sobre madera.

Como todo el mundo/Like everybody else.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Imán-arte y llegar alto.


Cada vez que hablas, -si es que a tus artes de atracción se las puede llamar así- incrustas un imán de polo positivo en la cabeza de tu interlocutor, que se ve irremediablemente atraído por el polo negativo alojado en el loft que la persuasión se ha montado en tu cerebro.
A lo que muchos llamarían un increíble carisma, yo lo llamaría una fastuosa capacidad de manipulación.
Créeme chico, y ten esto muy en cuenta, sólo las personas que en la vida actúan como tú lo haces son las que llegan a triunfar.
No digo ni mucho menos que esté de acuerdo, pero jamás te faltarán escalones que pisotear para llegar a la cúspide de tu edificio vital. Te conozco y sé que jamás cogerías el ascensor, sé que con ello no experimentarías ningún placer.
Tu hambriento imán busca presas, pero no determina qué supone conseguirlas...tú tampoco lo haces.
Llegarás muy alto, acuérdate de esto...
Pero andate con ojo y cuida que tus vísceras no interfieran en el campo magnético de tu gran cabeza elucubradora.