Hierve mi sangre cuando nota que se acumula en la yugular amenazando con quemar a todo aquel que salpique.
Servir, es mi cometido. Y para ser la criada de las órdenes irracionales de mis entrañas he nacido.
Vivir, es la libertad que se me concedió de nacimiento y la autodeterminación de ser pasto de los gusanos que rebuscarán entre productos caducados, desechados por una gran cadena de supermercados llamada Destino.